¿Cuálés son los desafíos a los que nos enfrentamos?
Desafíos- Ciclo de webinars
Vía Facebook Live @fundacionparademocracia
La pandemia del COVID – 19 ha puesto en crisis muchos de los supuestos con los que funcionaba el mundo y ha evidenciado las limitaciones de nuestros países del sur para resolver los desafíos derivados, que se suman a los históricos.
En México la salida de esa crisis puede ser una oportunidad para impulsar colectivamente la construcción de un país igualitario, justo, libre y soberano, sin exclusiones, a partir de un programa común.
En atención a una preocupación extendida en todo el país, la Fundación para la Democracia y el espacio político Por México Hoy, inician un proceso abierto y plural de conversaciones, intercambios y discusiones con los objetivos de acercar respuestas a los DESAFÍOS de este momento histórico, traducirlas en propuestas y propiciar la articulación de las distintas formas de organización de la sociedad.
La pandemia acrecienta la necesidad de una redistribución de la riqueza, con mayor regulación del capital financiero y otra estructura fiscal. Los mecanismos e instrumentos para conseguirla requieren de un Estado reformado, con una institucionalidad democratizada, poderes independientes, ciudadanizados y con contrapesos. Un Estado que impulse, promueva y fortalezca a las organizaciones intermedias, territoriales, comunitarias, sectoriales, y se apoye en ellas: la participación social debe atravesar la vida institucional y las políticas públicas.
El reclamo social debe tener plena receptividad institucional, en particular con la violencia de género, en sus múltiples manifestaciones. Los diversos feminismos que se expresan cada vez con mayor fuerza deben gestar una agenda común traducible a política pública. La violencia en general, las muertes y desapariciones, dicen claramente que la seguridad y la justicia deben replantearse integralmente.
Democratizar la comunicación y la información para eliminar hegemonías, colonizaciones, reproducción del patriarcado, voces únicas y abrir espacio a las diversidades y al pensamiento crítico, con medios públicos y comunitarios fortalecidos y los privados adecuadamente regulados.
La organización del territorio nacional y el crecimiento de las ciudades debe reformularse desde las necesidades propias, que parten de los pueblos y comunidades y de una racionalidad productiva sustentable. Es necesario recuperar la soberanía sobre los recursos naturales e implementar su aprovechamiento con empresas públicas y comunitarias. De igual forma con la cuestión energética, en la que se debe enfatizar la generación de energía renovable, mientras se realinea integralmente la producción petrolera y su transformación.
La industrialización del país requiere de un Estado protagónico para un cambio radical en los patrones de las industrias automotriz, alimentaria y de medicinas, integrando cadenas productivas y propiciando el tránsito hacia una agricultura y ganadería respetuosa del medio ambiente y de las formas productivas nativas, con agregado de valor local.
La pandemia puso en evidencia lo deficitario del sistema de salud y la necesidad de su reconceptualización integral, es decir infraestructura, equipamiento, insumos, medicamentos y personal capacitado, con accesibilidad plena en todos los niveles. En el mismo sentido debe revisarse la política de vivienda, entendida como necesidad no como mercancía. Localización, agrupamiento, dimensiones, financiamiento, formas organizativas para la producción, son dimensiones que requieren mayor presencia estatal.
La política exterior debe independizarse de EU y poner a América Latina en primer plano. Migrantes, Centroamérica, intervencionismo en Venezuela y Cuba, relación con el Comando Norte, narcotráfico, armas ilegales. OEA, BID, CELAC, China, multilateralismo, pandemia.
El despliegue de estos temas seguramente inducirá el tratamiento de otros.
La agenda es abierta y está encaminada a recoger experiencias y conocimientos que se articulen en un planteamiento común, con respaldo social.
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