En este libro la autora aclara que un lugar indefinido alude a caminos imprecisos, a límites borrosos y puede significar no estar en ninguna parte y que su significado refiere también a posibilidades y nuevos cambios. Señala que indefinido es el lugar de las políticas y dependencias que atienden los problemas de la condición de las mujeres en la agenda gubernamental.
Aborda la forma en la que los gobiernos mexicanos han decidido enfrentar los problemas que se crean a partir de las condiciones de desigualdad de las mujeres y analiza el conjunto de actividades que desarrollan las dependencias creadas en los gobiernos municipales para atender estos problemas aunque, agrega, no parecen ser la vía idónea para modificar las estructuras prácticas que les dan permanencia.
Asegura que se trata de una reflexión sobre la pertinencia de la transferencia de modelos ideales de política pública, sobre los incentivos que crean y los obstáculos que se enfrentan para su instrumentación y apropiación en los diversos ámbitos en los que se ponen en operación. Destaca que la agenda de género en los municipios es el inventario de cómo las localidades llegan a diferentes conclusiones de lo que es necesario hacer para beneficiar a las mujeres, sobre cómo es deseable utilizar los escasos recursos de que disponen para alcanzar esos propósitos éticos , y sobre todo, cómo solucionar problemas y necesidades específicas del entorno local.
Reconoce que el recorrido nos conduce por el sinuoso camino de avances y retrocesos, al tiempo que se intenta recoger las experiencias que se han desarrollado en las dependencias establecidas en el Estado de México, para concretar y hacer realidad las políticas de género. Enfatiza que las diferentes perspectivas sobre los desafíos en la búsqueda de equidad y derechos para las mujeres, convergen en una reflexión que perfila los problemas que vivimos, ligados a la continuidad de sesgos de exclusión, que han ido conformando patrones de aislamiento para las organizaciones públicas que se ocupan de la instrumentación de esas políticas.
Finalmente, advierte que las reglas y las instituciones existentes no han sido capaces de superar las barreras y que se requieren cambios en la estructura, los recursos y las formas de gestión para propiciar la reversión de los desequilibrios existentes porque hay una urgencia de buscar cambios fundamentales en la organización, inserción y operación de los organismos de la mujer en la administración municipal.
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