Juventudes y clases popular-intermediarias en la primavera chilena de 2019: sujetos y acción colectiva disruptiva en la disputa por la dignidad.
Sergio Adrián Alejandro Randi
Universidad Nacional Autónoma de México
Publicado en Investigación & Desarrollo Vol. 31, N°1 (2023) – ISSN 2011-7574 (On Line)
Introducción
El objetivo de este artículo es analizar la protesta de 2019 en Chile a partir de la constatación de la ausencia de un sujeto en la convocatoria de las protestas y manifestaciones, así como el uso de las prácticas disruptivas, tratando de problematizar la supuesta “espontaneidad” de la acción colectiva en lo que fue denominado por los medios de comunicación “estallido social”. Se indica que estas son producto de la coordinación más o menos informal por redes sociales digitales, sociabilidades del ámbito popular/laboral/estudiantil e, incluso, de corrientes subterráneas que realizan acciones al margen de lo legal y, en conjunto, tienen un potente poder disruptivo para paralizar el normal funcionamiento de la ciudad y generar amplios movimientos de masas que buscan objetivos de democratización y cambio social en las sociedades contemporáneas.
Por otra parte, el concepto de los “sin parte”, propuesto por Rancière (1996), parece pertinente para nombrar a un sujeto político subalterno que no tiene parte ni voz en los asuntos de la comunidad. Este expresa una forma de hacer política dirigida a hacer efectiva la igualdad, entendida como aspiración de una sociedad por venir, que se expresa en la lucha por una vida digna, en los márgenes de la comunidad, distanciándose de partidos políticos, organizaciones de gobierno u otro tipo de formas organizativas estables, dando lugar al denominado “octubrismo”.
La participación de los sectores popular-intermediarios, sectores populares y medios “proletarizados” con una inclinación mayor al consumo, menos influenciados por el ámbito del trabajo en su identidad y, como señala Martuccelli (2021), que “se representan más bien como actores que luchan, con escasos (o insuficientes) sostenes públicos, ampliamente secundados por sus familias” (p. 99), se expresan en formas de solidaridad, intercambio y ayuda mutua. A modo de reflexiones finales, sostengo que la existencia de redes solidarias y organizaciones subterráneas que “coordinaron”, sin planificar de forma eficiente, determinados actos de protesta o formas de la acción colectiva generaron un potente cúmulo de acciones disruptivas que terminaron por arrinconar al Gobierno, abriendo paso al proceso constituyente que finalizó con un Rechazo en el plebiscito de salida. Sin embargo, el amplio movimiento de masas y participación democrática de la ciudadanía fue un acontecimiento histórico de relevancia política y social desde el retorno a la democracia en 1990.
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