Desde finales de 2019, Chile ha tenido fuertes movilizaciones sociales con el fin de exigir soluciones a la desigualdad y reformular las reglas impuestas por el régimen político. En ese año las movilizaciones buscaron erradicar la desigualdad, profundizar la democracia y acabar con el legado jurídico de la dictadura. La respuesta represiva del gobierno, lejos de cesar estas movilizaciones, provocó un estallido que adquirió visibilidad internacional.
Hacia una nueva constitución
En este corto de investigación, Francisco Reveles, Doctor en Ciencia Política por la UNAM y profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la misma universidad, nos platica sobre el panorama social que se vivió en Chile entre 2019 y 2023. Y es que los procesos políticos en Chile son contradictorios, dado que la actitud por parte de la sociedad chilena ha sido muy variable. En el caso del periodo estudiado por el Dr. Reveles, el resultado, más allá de los cambios políticos esperados y la resolución de las exigencias, fue una dispersión de posturas sin rumbo claro.
La ola de movilizaciones sociales llevó a la conclusión de que era necesario crear una nueva constitución. La primera propuesta representó un avance en materia de derechos, y principios igualitarios ya que se tomaron en cuenta considerando los intereses de movimientos indígenas, estudiantiles y sindicales. A pesar del avance, la propuesta no contó con el consenso suficiente y fue rechazada. Posteriormente, el presidente Gabriel Boric propuso una nueva constitución, pero en esta predominó la participación de partidos tradicionales, lo que dio como resultado la priorización de intereses mercantiles y valores que terminaron beneficiando sólo a las élites políticas.
Deja un comentario