“¡No es sequía, es saqueo!”
Esa fue la consigna principal de los ciudadanos neoleoneses quienes en 2022 la usaron para exigir al gobierno del Estado que tomara medidas en torno a saqueo de agua potable por parte de las grandes empresas y los grupos identificados como “la élite”, y es que en ese año Nuevo León enfrentó una de sus mayores sequías. Las autoridades implementaron medidas regulatorias, tales como la suspensión del suministro de agua, lo que generó un profundo descontento en múltiples sectores de la población y que derivó en la conformación de movimientos como el Frente de Organizaciones Ciudadanas por la Defensa del Agua.
Narrativa hegemónica y su desarticulación
Luis Alejandro Martínez Canales, investigador y profesor del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Unidad Noreste, analiza este fenómeno desde el marco conceptual del “sentido común” de Gramsci. Según esta línea, cada grupo social tiene su propia conceptualización sobre “sentido común” de acuerdo con sus experiencias, pero sobre todo a su posición de poder. En el caso de Nuevo Léon, los grupos hegemónicos, como el estado o las élites, buscaron difundir narrativas que legitimaban su poder y estatus a través de mensajes cuyo trasfondo fue la responsabilización a la ciudadanía.
La cantidad y rapidez con la que se propagó la información sobre el desabasto dio lugar a datos, rumores y acusaciones que polarizaron a la sociedad. El Dr. Martínez Canales se pregunta, en esta investigación, si la organización y la acción colectiva pueden posibilitar otras formas de asimilar el sentido común. En el caso de Monterrey, la movilización ciudadana permitió que términos como desigualdad y corrupción fueran parte del debate.
La importancia de este estudio es esencial para comprender cómo los movimientos sociales pueden utilizar el sentido común para desafiar las narrativas oficiales y construir alternativas más justas e igualitarias ante las crisis urbanas.
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